Recomiendo encarecidamente este tratamiento conciso de la enseñanza bíblica sobre el bautismo de creyentes. El Dr. Crampton ha llegado a sostener estas convicciones después de un estudio minucioso de la enseñanza bíblica y los argumentos teológicos presentados en ambos lados de este debate. Convencido de que la definición básica del bautismo que da La Confesión de Westminster es correcta, prosigue mostrando que la inclusión de los infantes no es consistente con esa definición. Demuestra que los apologistas paidobautistas muestran diferencias considerables entre ellos, lo cual justifica la conclusión de que «el bautismo de infantes ha sido una práctica en busca de una teología». Su tratamiento de los temas es minucioso y lúcido. Es consciente de la forma en que se ha argumentado el debate a lo largo de los siglos. Sus argumentos son tenaces, pero siempre irénicos. Este libro debe tener una amplia circulación.
-Dr. Robert W. Oliver

Un hombre de convicciones es un bien escaso. Demasiado a menudo nos sentimos tentados por la comodidad de las circunstancias de nuestra vida y nos negamos a calcular el costo de ir tras la verdad y defenderla. En este libro, el Dr. Gary Crampton explica cómo fue tras la verdad y defiende la doctrina bíblica del bautismo de creyentes. Al final de un proceso que duró dos décadas, después de una contemplación en oración e investigación de la Palabra de Dios, los tomos de teología y todo el material que lo acompaña, ha publicado esta defensa de sus convicciones.
Este es un libro convincente. Da evidencia de una búsqueda implacable de la verdad, impulsada por una premisa inquietante: el Dr. Crampton no pudo encontrar ninguna base para el bautismo de infantes en las Santas Escrituras. Habla en su favor el hecho de que esta realidad lo llevó a examinar todos los aspectos de esta doctrina, y a concluir que su creencia y práctica anterior no se ajustaban a la norma de la verdad. Debería ser un desafío útil para nuestros queridos amigos paidobautistas, a quienes llamo a estudiar, contemplar y examinar esta obra. ¡Oh, que más hombres sigan este ejemplo!
-Dr. James M. Renihan

Hay que ser valiente para argumentar que Los Estándares de Westminster se contradicen en sus enseñanzas sobre el bautismo. Gary Crampton es un hombre muy valiente. Comenta en su segundo capítulo:
La definición del bautismo dada por los Estándares, que es completamente bíblica, no permite el bautismo de infantes. Este es el argumento de esta monografía. Un análisis bíblico de la definición del bautismo que da la Asamblea de Westminster confirmará el argumento.
En mi opinión, Crampton no solo es valiente, sino que también tiene razón. En los históricos Estándares de Westminster se pueden ver una comprensión evangélica del cristianismo y los restos de una comprensión sacramentalista. Que muchos consideren seriamente si Crampton tiene razón al pensar que el paidobautismo de Los Estándares de Westminster es uno de esos remanentes.
-Samuel E. Waldron