La Meditación no es el "mero pensamiento sobre las verdades", sino la fijación de los afectos en Dios. La meditación comienza en la "consideración" o reflexión sobre la verdad elegida. Luego, mediante un "soliloquio", nos exhortamos a nosotros mismos, buscando "avivar el corazón" (Richard Baxter). La meditación debe concluir con la oración.

¿Cuál es la razón por la que los hombres se maravillan más de los efectos del arte que de las obras de Dios en la naturaleza? pero esto, ¿por qué no meditan en ellos?

De modo que muchas personas ponen a Dios debajo de un pintor o tallador. La alabanza y la admiración es el avance del entendimiento sobre un objeto excelente. Ahora, cuando lea el libro de la creación, tendrá motivos para alabar al autor de esta. Cuando mires hacia arriba y consideres el sol, ¡oh, medita y presta atención a esto, ese sol brillante no es más que una sombra de Dios! Es Dios quien ha extendido ese rico dosel sobre nuestras cabezas.

Cuando miras hacia abajo y consideras el vasto cuerpo de la tierra, esta flota en el aire, que es una cosa tan débil que no puede sostener una pluma, está fundada en el poder de Dios. Cuando consideras la vasta colección de aguas en el mar, que un elemento tan furioso debería estar delimitado con la arena, que es lo más débil; ¡Cómo debería enseñarnos esto también a admirar su poder!.

-Willam Bates